hay mejor lugar para morir...?

La llevaste hasta ti escondida entre tus dedos y el cereal . Sin que la notaras estuvo en el portal de tu boca quizá bailando, quizá explorando. Sin darte cuenta se mojó con tu saliva. Sin quererlo le dejaste sentir el calor de tu aliento, respiró tu respiración.

Quizá aprendió de memoria las líneas de tus labios, quizá deseó que ese instante fuera eterno. Y cuando estuvo a punto de ser completamente tuya, a medio segundo de estar en tu interior, se dio cuenta que allí nunca te hubieras enterado de su paso por ti. Prefirió quedarse donde estaba, se aferró a tus labios, te mordió justo en la esquina en donde se unen. Hasta que finalmente sentiste su presencia y con tu dedo la apretaste.

Aunque agonizante, no imaginó mejor lugar para morir. Quizá vivió su paraíso justo antes de partir...quizá murió en el lugar más bello que jamás conoció.

Ahora solo quedan unos labios con una pequeña roncha roja y una hormiguita muerta...pero estoy seguro de que murió feliz.