último sorbo...

...tomo otro sorbo, el suave sabor cubre poco a poco mi boca, inunda mi paladar, el calor se eleva y lo siento dispersarse dentro de mi cuerpo, en mi nariz, mis ojos. Expulso lo que no quiere quedarse en mi interior, y vuelvo a tomar otro sorbo, me hace sentir relajado. Mientras, me entretengo viendo como el tabaco pasa de gris humeante a rojo vivo, me entretengo viendo el humo se disuelve en el aire.

Ya cuando llego al último sorbo, siento que mi paladar está impregnado de su sabor, de su aroma; en mis dedos también se siente su presencia, pero ya no solo por el olor. Trato de que esa última bocanada sea duradera, y a pesar de que mis ojos están levemente irritados, veo al humo salir de mi interior, mientras invento formas y lo sigo hasta que se pierde por completo.

Digo último sorbo, digo última bocanada, porque en unos minutos me internarán, me diagnosticaron cáncer de pulmón, muy avanzado, no creo que vaya a salir. Siempre respondí que "de algo había que morir" a quienes me reprochaban, pero nunca imaginé que fuera tan doloroso,y mucho menos en mis cincuentas...