perseguido por el pasado (algo de honor...)

Por una de las ventanas entraba un poco de claridad, era la única fuente de luz en la habitación. Lo poco que alcanzaba a ver me era familiar, la distribución de los espacios eran similares a las de mi propio apartamento, y era algo que no me sorprendía, pues con todos los policías rondando el edificio, no era fácil sacarme sin ser notado. Que astutos, todo este tiempo se ocultaban en el 5to piso, tiene al rededor de tres meses desocupado.

Debo tratar de meterme en su mente, no tengo mucho tiempo. Por qué me mantienen con vida; en dónde están ahora, si saben que tarde o temprano mi ausencia será advertida y revisarán de pies a cabeza el edificio!?

Cerré los ojos para tratar de concentrarme, en los sonidos que a lo lejos se escuchaban, las sirenas, un murmullo. Pero sabía que sería una perdida de tiempo tratar de gritar, la mordaza en mi boca estaba muy apretada. Tratar de escapar no era una alternativa, ya mis muñecas estaban quemadas por las ataduras, y con las piernas era muy poco o nada la movilidad que conseguía. Solo podía esperar, serenamente, tratando de recobrar el juicio y preparar mi mente a lo que sea que estuvieran planeando mis captores.

González, nada bueno podía esperar de él, debí hacerme cargo de él aquella tarde cuando lo teníamos rodeado, pero había demasiada gente, hubiera sido muy evidente. Ahora estoy a su merced, pero no logro entender a qué está jugando, seguramente quiere que le pague por haberle engañado, por no haber eliminado su expediente tal como habíamos acordado, y por haber sido yo mismo quien le capturara. Pero no logro comprender esta forma de cobro, matando a mi compañera, y luego secuestrándome...?

La puerta se abrió, yo estaba justo frente a ella, la claridad que entraba me penetraba los ojos y no dejaba confirmar si la silueta de aquel hombre acercándose a mi correspondía a la de Gonzalez, pero al ver su forma de caminar recordé lo de su herida en la cabeza y los años que duró en rehabilitación para poder salir de aquella silla. Se notaba que le daba un poco de trabajo levantar la pierna izquierda, ahora no me sorprende que tuviera un socio ayudándole.

La puerta se cerró detrás de él. De nuevo se hizo la oscuridad, pero en su mano tenía una linterna, la cual encendió justo delante de mis ojos. -A esta altura tu mente debe estar hecha un solo nudo. Lo que te separa de la vida y la muerte son solo minutos - me dijo. Apagó la luz y lo sentí caminar a mi alrededor hasta detenerse detrás de mi. Sentí su respiración detrás de mi oído izquierdo.

-Lo de tu noviecita fue un pequeño error de cálculo, al parecer pusimos demasiado explosivo a su carro. Lo único que queríamos era asustarte un poco más, y atraer la atención del vecindario. Afuera hay un tumulto, ya hasta los reporteros llegaron. El tiempo que tienes aquí nos sirvió para buscar algunas cosas en tu apartamento, las encontramos, espero que no te moleste que nos llevemos prestados tus archivos, queremos aprovechar la presencia de la prensa para que agreguen una noticia a la edición de esta tarde, para que la gente sepa que el afamado Sargento B.B. Wippes fallecido el día de hoy no era más que un sucio corrupto.-

(Unos archivos!? todo ese destrozo por unos archivos? No podían simplemente entrar y llevarlos, y hasta matarme sin tanto aparataje y pérdida de tiempo?) Trataba de reclamarle, pero la mordaza seguía imposibilitando que le dijera nada.

-Ja, ja, ja, ja... Por tu mirada puedo adivinar lo que piensas, quieres saber por qué todavía estás con vida si ya tenemos lo que buscábamos? En realidad todavía falta algo. Algo que buscamos abajo pero no encontramos. Si me ayudas quizá y hasta considere no dejarte con vida. Dejarte vivo sería tu mejor castigo, porque dudo que desees vivir luego de la vergüenza pública. Además, después de que todo eso sea publicado, acabarás tras las rejas, y allí, je, je, je... allí encontrarás a muchos amigos con quienes divertirte. Necesito saber en dónde están Sarah Martínez y a su hijo (ya debe tener 5 años). Habla pronto, que mi amigo espera.

Quitó la mordaza de mi boca, pero no le di ese gusto. Después de todo esto, no iba a premiarle con esa información, sabía lo que ese niño significaba para él. Cuando lo encontramos para llevarlo a su madre, estaba muy bien cuidado, casi como un príncipe. Si de verdad le interesa llegar ellos, lo hará con y sin mi ayuda.

Luego de mi negación salió de la habitación, pero antes desató una de mis manos, dándose tiempo suficiente para salir, me dijo que la pistola que estaba dejando al lado de la puerta tenía una sola bala, y que si me quedaba algo de honor sabría cómo utilizarla.

Ahora estoy a punto de salir de la habitación, pero algo en mi interior me dice que tire del gatillo de la pistola que tengo apuntando a mi sien.

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