Adicto al calor que produces en mi, viajo por el mundo sin temores excepto el de perderte.
Mi sangre aumenta su temperatura cuando siento tu voz. Mi piel hierve cuando siento tu cuerpo. El aire que inhalo se despide de mi cuerpo convertido en vapor, como en vapor se transforma el sudor cuando se roza nuestra piel.
Adicto al calor que produces en mí, me aventuro en el laberinto sin salida que es tenerte.
Siento tu piel en mis manos, en mis labios, aun cuando ya no estamos juntos. El aroma de tu humedad queda impregnado en mi cuerpo, para que te recuerde y sueñe despierto con nuestro reencuentro.
Adicto, te llevo en mi mente, en mi piel, estás dentro de mí consumiendo cada uno de mis pensamientos. Me alejo y desespero, me acerco y enloquezco. Te acercas y deliro, te alejas y desfallezco. Necesito lo que siento contigo y a la vez necesito vivir para mí, pero para ello debo apartarme de ti, debo dejarte ir.