December 9, 2004

Viaje en tren

Bajé del tren, como de costumbre no había nadie esperándome con los brazos abiertos, pero esta vez es diferente porque no podré volver. Solo estaba la misma multitud tratando de reconocer las caras de mis compañeros, o los tatuajes. El viaje fue largo, sobre todo cuando se te ha olvidado lo que es dormir, y pasas esas horas con la mirada perdida, sin saber qué hacer. Sientes cada golpe de los rieles sin importar lo ligero que sea, y el aburrimiento te lleva a pensar en lo que has estado haciendo desde el momento que dejé mi hogar, aunque no se bien si es correcto llamar hogar a la pensión donde pasé veinte años de mi vida...El viaje en tren es agotador, más agotador que acostarme todas las noches a las cuatro de la madrugada sintiendo en la cabeza el retumbar de las bombas y las rafagas de las ametralladoras; es más agotador que levantarme a las cinco de la mañana y desayunarme con la noticia de que la noche anterior tuvimos más bajas que nuestros "enemigos" (¿está bien llamar enemigo a alguien que no conozco?).
Bajé del tren y no hay nadie esperándome, quisiera regresar a mi rutina de guerra, no se qué haré. Pero ya no me dejarán regresar, estoy destinado a pasar el resto de mis días sentado en esta silla.

1 comment:

Lizzie González said...

Este es el que más me ha gustado de los que has escrito.