January 14, 2005

uno de ladrones...

Lo primero que sentí fue el frío del metal en mi cuello, luego la voz que me dijo "no te muevas o te corto el cuello", sentí que la sangré dentro de mi tomó la misma temperatura del cuchillo. Sacó de mi bolsillo la cartera y al ver que lo único que llevaba eran tarjetas, me golpeó intensamente en la nuca y caí al suelo. Al lado de mi cara sentí caer la cartera, la cual cayó abierta con la foto de ella. Eso me hizo querer sobrevivir, sobre todo porque el ladrón me decía que vió mi dirección y que al terminar conmigo iría a la casa. Tratando de pensar cómo detenerlo recordé una película de Jackie Chan que había visto la noche anterior, pero lo único que conseguí fue tirar una carcajada, a lo que mi asaltante tomó como una ofensa y me propinó una patada. Sin aire, sangrando por la caida, abochornado por mi falta de efectivo, preocupado por mi esposa, y risueño por la película, me levanté con una piedra en la mano, esquivé el cuchillazo y logré atinar en su frente, pero no me percaté que tenía una pistola, cuando me apuntó sonó un timbre intenso, abrí los ojos cuando un compañero me susurró "ya es recreo!"...

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