October 10, 2006

encuentro bajo la luna roja...


...Caminaba por la calle en una noche cualquiera (eso creía), a lo lejos se escuchaba "vértigo" de Robi, cuando de repente sentí algo cortando el viento detrás de mi, cuando volteé, ya estabas demasiado cerca, no me di cuenta que estabas justo a mis espaldas. El cabello negro eclipse te cubría el rostro, pero si llegué a ver el brillo de tus ojos grises (supe que en algún momento de esta vida o las pasadas te había visto), sonreíste como diciéndome que te alegrabas de encontrarme y luego, luego solo me quedé ahí contemplando lo que hacías...

...Clavaste tus uñas en mi pecho, con una fuerza felina desgarraste poco a poco mi ropa y mi piel, la sangre que brotaba solo incitaba más tu lujuria. Con tu boca extraías cada gota de mi...tus ojos seguían clavados en los míos, no había dolor, hasta me llegué a sentir liberado. Tu cara iba apareciendo poco a poco, pero el cabello seguía ocultándote, y teñida de rojo era difícil percibir en ese momento la belleza que luego pude descubrir. Cuando notaste que ya mis piernas no podían sostener mi cuerpo, sujetaste mi cuello con la mano derecha, mientras con la izquierda tenías mi espalda, y tu boca seguía sorbiendo mi vida...mi alma...

...ya en el piso, estando yo casi del mismo color de la luna que nos iluminaba como si fuese el reflector de un teatro, sentí como tus dedos tocaban mi corazón casi seco, lo acariciabas mientras me mirabas...que mirada, nadie me había hablado de esa forma sin decir una palabra, tus ojos estaban tan clavados en mi, como tus labios. Estabas gravada en mi, te podía ver, podía ver tus ojos aún cuando hacía rato ya había cerrado los míos...

...mi respiración dejaba de sentirse, pasaste tus dedos en mi rostro, rozaste mis labios con tu lengua, la sentí tocar la mía, pero el sabor no fue lo que esperaba, no sentí mi propia sangre, no sentí el dulce-amargo de la sangre...sentí que mi vida te pertenecía, sentí que mi pasado y mi presente corría por tus venas…

...abrí los ojos, y pude ver como mordías tu muñeca, como dejabas caer tu sangre sobre mi pecho, sobre mi corazón...me llenaste de ti...los latidos volvieron a hacerse fuertes...mi respiración volvió a su ritmo...mis heridas se cicatrizaron, me levanté a tu lado, con mis dedos retiré los cabellos que cubrían tu rostro, tu bello rostro, la luna ya no era la fuente de luz, y esta vez fui yo quien te tomaba en los brazos, te desgarraba la ropa y se apoderaba de ti...

...bebiste mi sangre, me llevas dentro de tu vida, me diste de tu sangre y ahora corres por la mía...para bien o mal estoy condenado a una vida eterna, pero mientras sea a tu lado no me molesta…

imagen: ajena…por ahí…

2 comments:

Lizzie González said...

Para mi, lo mejor que has escrito

pvilas said...

gracias...