Piso 28 (5 de 6)

En ese momento noté algo extraño, en una de las paredes, en un marco muy vistoso y bajo cristal, la pintura de un rostro que me era muy familiar. Era ella. Qué hacía esa pintura ahí!?

Salí de la habitación, y de repente, sin darme cuenta me golpearon en la nuca. Perdí el conocimiento.

Cuando finalmente logré reincorporarme y levantarme del suelo, a aquel dolor intenso que sentía en las costillas se le agregó el de la cabeza. Busqué mi arma, pero ya no estaba. Salí y al llegar a la sala noté que la puerta del apartamento estaba abierta. Salí, los policías seguían tendidos en el suelo, pero a demás de los disparos que Yo les había dado en las piernas, cada uno tenía varios agujeros en el pecho, los mataron.

Qué está sucediendo!?

Una voz se escuchaba salir de los radios que portaban en los cinturones, -Agentes, respondan, confirmen su situación!!! - No iban a recibir ninguna respuesta. Miré al final del pasillo y me devolví rápidamente al apartamento, noté que uno de los ascensores cerró sus puertas. Pronto llegarían más oficiales.

No estaba entendiendo nada, o mejor dicho, no quería entender nada, no era necesario ser un genio para darme cuenta que estaban tendiéndome una trampa. Traté de organizar mis ideas, en ese momento estaban pasando demasiadas cosas por mi cabeza, dudaba de todo, pero principalmente de ella...qué hace ese cuadro con su imagen allí, si dentro de nuestro plan estaba que escaparía entrando a este piso, por qué nunca me comentó que conocía al dueño? Ella debía responder, pero antes tenía que salir de allí y planificar mis acciones. Era claro que me estaban jugando sucio. Pero esta vez daría mis pasos con más cuidado para no ser sorprendido otra vez.

Llegué a la cocina tratando de llegar a la salida de emergencia, arriesgarme a salir por esa vía era mi única opción, pero antes de alcanzar la puerta, casi tropiezo con mi propia mochila, me agaché a recogerla, y al abrirla confirmé que ya no había nada en su interior. No me sorprendió.

Los golpes en la puerta principal me hicieron ponerme de pié y soltarla, la policía estaba a minutos de entrar. Corrí a la puerta de emergencia, intenté abrirla pero algo la estaba bloqueando desde el otro lado. pensé que seguramente el individuo que me golpeó había salido por ahí. Traté de derribarla, pero fue en vano. Además, los golpes en mi cuerpo se estaban sintiendo cada vez peor. En el paladar estaba sintiendo la sangre subir, al parecer alguna de las costillas rotas se incrustó en mi interior.

Debía salir de ahí, no podía darme el lujo de verme frente a frente con esos policías, sobre todo con la ira que debían tener luego de ver a dos de los suyos muertos a tiros. En el momento que me vean, lo primero que harán será disparar y luego preguntar.

Podría tratar de escapar por el balcón? Justo cuando salí de la cocina, un estruendo desde el otro lado de la puerta de emergencia me dio el aviso de que prácticamente estaba rodeado, no me quedaba otra opción, debía llegar al balcón, rogar porque los agentes estuvieran concentrados tratando de entrar por ambas puertas y esa salida estuviera despejada.

Salí apresurado y sin pensarlo demasiado. Ya afuera pero tarde, me percaté que la puerta de vidrio estaba abierta y que la luz estaba apagada, de forma opuesta a como yo las había dejado.

-A dónde crees que vas? - La voz detuvo mis acciones y mis pensamientos. Volteé para ver quién era, y a pesar de la oscuridad pude confirmar que era el mismo sujeto, en sus manos tenía puestos unos guantes de goma amarillos, de los que se usan en la cocina, y me apuntaba con mi propia pistola...

Anterior: Piso 28 (4 de...)