Piso 28 (4 de ...)

La puerta del balcón en que me encontraba estaba cerrada. Comencé a sentir el golpe de la silla. Los faroles del balcón se encendieron, sin pensarlo me recosté en una de las paredes. Abrieron la puerta.

Esperé que saliera al balcón, era un hombre más o menos de mi estatura, vestía pijama y pantuflas, cigarrillo en mano se disponía a fumar. Por lo visto no había notado nada de lo que sucedía sobre él. Dejé que caminara un poco más, pasó a mi lado pero supe ocultarme en la sombra de una de las plantas. Esperé a que hubiera suficiente distancia entre los dos, y justo cuando se disponía a encender el cigarrillo, me abalancé a él, puse la pistola en su cabeza, tapé su boca y entre los forcejeos lo introduje al apartamento.

Una vez adentro, atiné a golpear su cabeza y calló al piso. Cerré la puerta del balcón.

Mientras guardaba la pistola en la mochila, el timbre de la puerta comenzó a sonar. En ese instante lo primero que se me ocurrió fue arrastrar el cuerpo hasta un lugar donde no fuera visible. Dejaron de tocar el timbre, ahora estaban golpeando la puerta. Debía atender. Me quité la ropa y me puse la bata de mi anfitrión.

Por la mirilla pude confirmar que se trataba de agentes policiales. De todas formas pregunté antes de abrir. - Somos de la policía - respondieron. - en el piso 28 hubo un incidente y queremos saber si aquí abajo todo está bien.-

-Incidente, qué sucedió? - pregunté alarmado al mismo tiempo que abría la puerta casi en su totalidad. Dejando oculta detrás de ella mi mano izquierda y la pistola.

-Entraron a robar al apartamento del 28, el sujeto escapó por el balcón, creemos que está en el piso 26, pero queremos confirmar que no está aquí. Ha notado algo extraño.- Preguntaba uno de los oficiales, mientras el otro miraba sospechosamente al interior.

-No Señores, todo lo contrario, estaba acostado, por eso me demoré al abrir. - Les respondí mientras trataba de ocultar el dolor que sentía en mi costado.

El agente que estaba callado, observando el interior del apartamento no se veía conforme con mi respuesta. - Está seguro? - me preguntó. - No tiene cara de estar durmiendo - Me dijo.

- Estaba acostado, no durmiendo. Esta noche no me siento muy bien, así que si me permiten... - Mientras trataba de deshacerme de ellos, el otro agente me interrumpió - Quizá por eso es que se le note agitado y hasta un poco acalorado - quiere que le llamemos un médico?

- No, gracias, ya pasará, solo necesito descansar. -

- Hay alguien más con Usted? -

Tras un silencio, pues en realidad no me había detenido a pensar en ello, atiné a responder negativamente.

-Entonces le voy a pedir que nos deje pasar - volvió a hablar el agente que seguía escrutando con la mirada lo poco que se podía ver en el interior. - sabe, yo estaba en el balcón de arriba y noté cuando en su balcón se prendía la luz. No pasaron 2 minutos antes de que llegáramos hasta aquí, cómo es posible entonces que Usted si estaba acostado y está solo, esa luz se encendiera. Y desde aquí puedo notar que sigue...-

Antes de que continuara, saqué el brazo que ocultaba detrás de la puerta y les apunté. Al ver mi actitud, ambos retrocedieron y pusieron sus manos sobre sus armas. Disparé a sus rodillas y luego de que cayeron al suelo, les quité las armas. Debía actuar rápido, los disparos atraerían a los demás oficiales.

Cerré la puerta del apartamento para buscar mis pertenencias, pero el cuerpo ya no estaba donde lo había dejado, tampoco la mochila. La desesperación estaba inundando mis ideas. Qué estaba pasando. En el suelo del baño de la sala solo estaba mi ropa, pero lo demás había desaparecido.

Corrí pistola en mano a la habitación. No había rastros de nadie. Tampoco en el baño. Me puse la ropa, y me senté en la cama para ponerme los zapatos. En ese momento noté algo extraño, en una de las paredes, en un marco muy vistoso y bajo cristal, la pintura de un rostro que me era muy familiar. Era ella. Qué hacía esa pintura ahí!?...

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