el calor...

El calor se vuelve soportable cuando lo produce el movimiento de nuestros cuerpos, cuando ansiosos de placer nos rozamos y nos apretamos hasta más no poder.
El calor generado desde el interior de tu piel luego de mi contacto con esa parte tan candente de tu cuerpo, se dispersa sobre el mío, dejándome una muestra húmeda de tu deseo.
El calor se convierte en agua que cae desde mi frente, y gota a gota se desliza lentamente por el centro de tu pecho, deteniéndose en tu ombligo donde alcanza su punto de ebullición.
El calor de nuestros pensamientos se transformó en el incendio de nuestras acciones...