September 25, 2007

fue un sueño...?

...quizá esta vez fue el calor de la noche que me hizo despertar, aunque creo que ya estoy tan acostumbrado a despertar de madrugada, que el frío, el calor, o cualquier cosa solo son pretextos para no aceptar que esto de no poder dormir bien por las noches es uno de mis castigos.

...miré el reloj, y como burlándose de mi despertar me dijo que a penas era la una y media. Solo tuve dos horas seguidas de sueño, y me sentía tan despierto como si fueran las siete. Di varias vueltas en la cama, acomodé la almohada de mil formas, me quité la sábana, me la volvía poner, pero nada.

...me levanté de la cama a tomar agua, y en el camino a la cocina escuché un murmullo que venía de la sala...extrañamente el abanico de techo estaba encendido, yo mismo lo había apagado antes de acostarme...el murmullo se había detenido en el momento que me detuve a medio camino por haberlo escuchado. Quizá había sido el viento del abanico que lo había producido, y quizá cuando creí haberlo apagado antes de dormir no lo había hecho.

...puse mi dedo índice en el interruptor, y justo antes de darme cuenta que ya se encontraba en posición off, sus aspas comenzaron a detenerse...en ese momento sentí que desde mi interior salía un aire frío. Quizá la puerta del balcón se había quedado abierta y la brisa movió las aletas del abanico, pero no, las puertas estaban cerradas, no había explicación.

...los murmullos volvieron a sentirse, pero esta vez en la cocina. Mi miedo era tal que sentía como si estuviera congelado, solo podía mover los ojos, mis pies estaban pegados al piso, ni la voz me salía para preguntar quién andaba ahí.

...las voces se escuchaban más fuertes, pero no lograba ver a nadie, a nada emitiendo esos sonidos, no lograba entender lo que decían, era como una conversación en un idioma extraño. Por momentos parecía como si estuvieran discutiendo, por momentos se escuchaban risas.

...de nuevo silencio.

...las voces habían cesado, pero ahora escuchaba cómo los vasos de vidrio chocaban entre si. Luego las sillas del comedor, parecía un temblor de tierra, pero era como por partes, de la cocina se trasladaba al comedor, del comedor a los muebles de la sala. Era como si el temblor se acercara cada vez más a mi.

...el frío se intensificaba, no pude hacer más que cerrar los ojos. Ni siquiera podía gritar.

...creo que por unos minutos perdí el conocimiento, cuando desperté estaba acostado en mi cama. Ya era de día. En mis brazos había moretones.

...Qué pasó!?!?!?!?

2 comments:

Lizzie González said...

eso fue en serio? o pedro cuenta cuentos
?

pvilas said...

fue en serio...un cuento en serio...jeje