October 16, 2007

Trabajo difícil (7 de ...)

Le apunté a la cabeza, estaba a punto de disparar...pero volteó su rostro. Volteó su rostro y como un cubetazo de agua fría mi memoria regresó.

En mi interior sentí una corriente fría que bajó desde mi pecho hasta mi estómago. Casi no pude contener las náuseas. A pesar de que ya no era el mismo rostro que había visto en la foto, reconocí las heridas ya cicatrizadas que lo cubrían. La emoción de ver su cara fue como si me hubiesen llevado a una montaña rusa, sentía alivio porque por fin sabía quién era, pero a la vez angustia, malestar.

Mi pistola ahora apuntaba a su frente. Ella estaba paralizada, con su mirada fija en mi. El coraje brotaba de sus ojos, no pude notar ni una gota de temor en su rostro. Mi dedo índice suplicaba por tirar del gatillo, estaba claro que no podía permitir que esto se repitiera. Mi pie derecho estaba a preparado para soltar el freno y acelerar. Pero había algo que me impedía actuar.

-Hazlo! Dispara de una vez...Me gritó.

No podía perder más tiempo dándole vueltas a la situación. Pero mi mente se había transportado a aquel verano del 2004. Dejarle con vida aquella vez fue mi error, no podía volver a suceder.

En esa oportunidad mi encomienda me fue presentada como siempre con una foto y los datos de la dirección. En la imagen había un hombre y una mujer. Del hombre me ocupé sin problemas, discretamente y a distancia, solo quedó el cristal roto en el interior de su vehículo. Pero para ocuparme de la mujer tuve que acercarme, no estaba a la vista. Tuve que esperar y luego entrar a la casa. Ya estando a metros de ella, noté que el tamaño de su barriga no iba acorde al resto de su estilizado cuerpo. Titubeé, ella notó mi presencia y luego de gritar preguntando por su esposo, imploró a mi lado humano (el cual hacia ya un buen tiempo que dormitaba) para que no acabara con su vida y por defecto por la vida de quien estaba en su interior...

-Mátame, hazlo de una vez que ahora no estoy embarazada!!!...Me gritó y me trajo de regreso al presente. Ella seguía tendida en el suelo, pero trataba de reincorporarse. Rápidamente visualicé su pistola, no había forma de que llegara a ella sin tener que moverse 4 o 5 metros.

Las cicatrices en su rostro me recordaban cuál fue la condición para no haberles quitado la vida tres años atrás. No se si fueron sus súplicas las que me ablandaron, pero de quedar con vida no podía ser la misma, su supervivencia significaba mi muerte. Luego de destruirle el rostro, le hice jurar que jamás trataría de encontrarme, porque si lo hacía iba a acabar con su vida y la de cualquiera que significara algo para ella. Casi inconsciente, con sus manos protegiendo su vientre, juró.

Otra vez me había ido al pasado sin darme cuenta, pero esta vez no fueron sus reclamos los que me trajeron de regreso...!

3 comments:

Joel Jimenez Francisco said...

Hay talento si...

Anonymous said...

ya desde hoy voy esperando la otra parte... Pero no tardes tantoooo

pvilas said...

gracias...