February 1, 2008

Piso 28 (6 de 6)


-A dónde crees que vas? - La voz detuvo mis acciones y mis pensamientos. Volteé para ver quién era, y a pesar de la oscuridad pude confirmar que era el mismo sujeto, en sus manos tenía puestos unos guantes de goma amarillos, de los que se usan en la cocina, y me apuntaba con mi propia pistola.

-Quédate donde estás, esto no tomará mucho tiempo. Me gustaría que pudieras ver tu cara, no entiendes nada, pero es así de simple. Te dispararé, caerás por el balcón, la policía entrará y yo seré el héroe que terminó con el ladrón asesino de policías. - mientras me hablaba, trataba de seguir amarrando cabos, y buscar una forma de revertir la situación. Sabía que a la pistola le quedaban uno o dos balas, hice memoria de los disparos que Yo había hecho, y de los que posteriormente tenían los cuerpos.

-Y con la computadora, qué harás, sabes que también la estarán buscando. - le dije.

-Jajajajaja - preocúpate por ti, que de eso nos ocuparemos Nosotros. - mientras me decía eso, se escuchaba cómo la puerta del apartamento era derribada por los oficiales, estaban entrando antes de lo que él había planeado.

El estruendo hizo que él volteara levemente la cara, aproveché para tirármele encima tratando de arrebatarle el arma. Ambos terminamos en el suelo del balcón. En el forcejeo se escapó un disparo que fue a dar al techo. En ese momento los policías ya habían notado lo que estaba sucediendo y se atrincheraron en la sala.

Justo cuando estaba por quitarle el arma, algo que dijo me hizo desconcentrar. -ya me imagino lo contenta que estará Kate cuando le diga que finalmente nos deshicimos de ti.- Cuando dijo eso, cuando dijo su nombre fue como si una bala hubiera entrado por mi pecho incrustándose en mi corazón. En mi interior sentía que estaba destrozado, mis sospechas acababan de ser confirmadas, todo era una trampa.

Mi cuerpo estaba prácticamente congelado, solo pude seguir con la mirada los movimientos de sus manos mientras las mías ya tenían casi por completo la pistola. En uno de los movimientos, sentí que el gatillo estaba debajo de mi dedo meñique, no sabía si el cañón me apuntaba a mi, a él o a quién, en ese momento realmente deseaba que fuera a mi, de todas formas lo apreté.

Bang!!!!!!!!!

Al escuchar el disparo, el mar de agentes policiales se abalanzaron sobre nosotros, nos separaron, solo Yo ofrecí resistencia, él tenía el estómago perforado. Los oficiales al ver que el arma estaba en mi poder, comenzaron a golpearme profusamente hasta que perdí el conocimiento.

Cuando desperté, estaba en la cama de un hospital, en una habitación fuertemente custodiada, con vendajes en el tórax y parte de la cabeza. Me dolía el cuerpo entero, pero me sorprendía que todavía estuviera respirando. Creí que esa noche y en aquel balcón, aquellos policías acabarían con mi vida.

Al poco rato de haber recobrado el conocimiento, y luego de que unos doctores me vieran, el policía que cuidaba la entrada dejó pasar a un Señor vestido de traje. Se presentó como Justin Case, mi abogado. Al no tener ninguna referencia personal, nadie a quién pedirle alguna información de mi, el estado lo había asignado a la defensa de mi caso.

Pero desde el inicio me dejó claro que mis probabilidades eran pocas, casi nulas. En mi contra estaban el robo, y las muertes de los oficiales, más el intento de asesinato del Sr. Rudolph Rednose, el dueño del apartamento donde fui atrapado y quien todavía se recuperaba en un Hospital.

-Lo más que podemos hacer es negociar para que no te dicten la pena de muerte- Me dijo Case.

Mientras, en mi cabeza solo pensaba en lo estúpido y ciego que fui, en cómo había sido engañado. Todavía estaba tratando de armar todas las piezas. Mi mente pedía respuestas, mis demonios pedían venganza.

A la semana, fui trasladado a la prisión federal, como todavía estaba recuperándome, fui asignado a una sección médica de alto nivel de seguridad. A pesar de que las paredes estaban impecables, se podía sentir que esos muros no habían sido retocados hacía mucho tiempo, lo que una vez había sido blanco, tenía una tonalidad grisácea que contagiaba oscuridad. En cada pasillo había cámaras, y guardias que no me perdían de vista.

Me escoltaron hasta llegar a la que sería mi celda, antes de entrar me soltaron las esposas. El lugar era sumamente estrecho, había una litera de dos colchonetas y un pasillo entre esta y la pared en el que difícilmente se podía pasar. Al fondo había un diminuto inodoro, que a la vista lograba provocar el arrepentimiento a las urgentes de las necesidades. En general, era deprimente.

-Te gusta tu nuevo hogar?- No te preocupes, que será por poco tiempo, ja ja ja ja ja - Burlonamente me decía uno de los guardias, mientras cerraban la puerta. - No te acomodes demasiado, que ya casi viene tu compañero de habitación. - Dijo el otro, mientras se alejaban. Con mi suerte, seguramente se trataba de algún degenerado, o algún monstruo que se ocuparía de hacer más miserable mi ya miserable vida.

Al poco tiempo estaba aquí, acompañado por tres guardias que lo sostenían violentamente. Abrieron la celda, era un tipo grande, robusto, con un aura sumamente siniestra y oscura, imponía temor. Al acercarse a mi, me levanté rápidamente, pude ver su rostro, al verlo pude reconocerlo, ya sabía quien era.

Su cara había sido primera plana hacía unos meses, de una forma muy sangrienta se había hecho famoso. -Soy Robert González- me dijo, al mismo tiempo que me extendió su mano. Era el afamado sicario que había sido emboscado por una de sus propias víctimas*. -Y yo soy Matt Athann.

Ya han pasado cinco semanas, hemos hecho una especie de asociación para salir de aquí. Lo intentaremos esta noche pues a él le queda una semana antes del gas. Luego?...luego iremos de cacería...

(6 de 6...?)


5 comments:

Carolin Guzmán said...

Supongo que nunca imaginaste que serias traicionado, pero ahí está el eje de todo, por eso se dice que no debemos confiar en nadie...

Espero que el Sicario no te traicione y puedan irse de cacería y hacer venganza jejejejeje

La historia esta buena así, ya luego me imaginare que hiciste o mejor dicho que hizo tu personaje jajajaja

Saludos Pedro.

Ramielys Mejía said...

No, no, pero es que No Puedo con esto... y es q no se puede confiar en nadie!!!...

Bueno cuidado con el sicario, aunque cuando viene a ver.. se vuelven amigos inseparables... a veces los extarños son mas fieles que aquellos que conocemos hace años.

Saludos.. y besos a M.L

Beba_Felina said...

Dulce venganza. Yo pensaba ke hiban a acusar al otro de las muertes. :(

pvilas said...

gracias por leer esto hasta su fin! Luego de terminar sentí como que lo acabé muy de repente...pero no importa, lo que sigue lo dejo a su propia imaginación...si quieren me dejan saber como terminarían definitivamente esa trama, aunque sea una versión resumida...jeje

Unknown said...

uuuuuuuuuuuuuufffffffffff me encanta como has unido las dos historias!! quiero que siga!! que no pare la fiesta!

p.d.: lamento lo perdida que he andado, ya me estoy poniendo al dia con todos!! Cuidate!